"Tuve suerte en la vida. Entré en la escuela de Botvínnik. No podría decir que obtuve de él muchas ideas ajedrecísticas, pero sí aprendí su actitud hacia el ajedrez. Y su actitud hacia la vida. Botvínnik pensaba que un ajedrecista sin educación no podía convertirse en campeón de mundo. La educación trae estabilidad, incluyendo la estabilidad mental. Siempre tomé en serio la educación. Me gradué en una escuela de física y matemática con las mejores notas. Y luego me recibí en la universidad con honores. Y como campeón mundial me dediqué a la investigación académica. No es ningún accidente que sea profesor honorario de la Universidad de Moscú y doctor honorario de la Universidad de Leningrado.
Cuando me convertí en gran maestro comencé a recibir una beca estatal, como se conocía entonces. Tres años después, en 1974, ingresé al primer equipo del país, donde era el gran maestro más joven. A los 23 años empecé a ganar más dinero que mi padre, que era ingeniero." (Anatoli Kárpov entrevistado por vsluh.ru).
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