Wolfgang Petersen (conocido por películas como "El submarino", "La historia sin fin" y una larga
carrera en Hollywood) también realizó para la televisión alemana un largometraje referido al ajedrez, "Schwarz und weiß wie Tage und Nächte" (1978), cuya traducción debió haber sido "
De negras noches y de blancos días" y no el banal "
El jugador de ajedrez". Es protagonizada por Bruno Ganz (quien luego interpretara a Adolf Hitler en "
La caída").
Esta obra acerca de un match por el título mundial presenta un cóctel con los siguientes ingredientes, que todo jugador cultivado reconocerá: hipnotismo, anteojos de sol, cámaras de televisión ruidosas, balnearios yugoslavos, playboys, alcoholismo, la "Máquina del Ajedrez", habitaciones de hotel destrozadas, la sexta victoria, serie de tablas interminables, exigencias a lo Fischer, concesiones a lo Spasski, cigarros, niños prodigio, campeón contra computadora, La Habana, simultáneas a ciegas, paranoia, locura, traición, demandas del campeón, imcomparecencias, desafío a Dios dando peón y salida, Borges.
Buena
película, pero hay que tener paciencia: tiene el mismo ritmo que el match Capablanca-Alekhine.