En su partida con Dlugovitzky se llegó a un prefinal equilibrado:
Sin embargo, aprovechando la sobrecarga del alfil de e2 las negras realizaron una pequeña combinación que produjo un peón pasado alejado, suficiente (junto a la pareja de alfiles) para obtener el punto: 28...f3! 29.gxf3 Axh3.
El encuentro Arias-Alfonso produjo esta interesante posición:
Las negras disponen de una ingeniosa defensa del alfil atacado, que consiste en contraatacar una pieza rival utilizando como punto de apoyo el propio alfil. Ahora bien, hay dos opciones: 22...Tc6 y 22...Tc8; una es buena y la otra, mala.
La jugada correcta es 22...Tc6 y si 23.axb7? Txc1+ seguido de 24...Tb8.
Pero Alfonso jugó 22...Tc8? a lo cual Arias podría haber respondido 23.Tbc3! contraatacando a su vez a la torre y luego del cambio el alfil caería en su encierro: 23...Txc3 24.Txc3 Aa8 25.Tc8 Ac6 26.e5+-. Pero las blancas jugaron 23.Txc8 y sólo pudieron vencer en el final.
Las negras, en una posición perdida, tienden una celada con 25...Td8!? Las blancas advierten el peligro y no capturan la torre (26.Txd8??), ya que seguiría 26...De1++.
Marcelo se toma revancha: gana material mediante un ataque doble con la misma jugada (D4T+) con la que sufrió en la ronda 2.
Pero no todo estaba perdido para Manuel. En la posición del diagrama...
...podía aprovechar la situación expuesta del rey negro con 22.Dxc6! Las negras no pueden capturar el caballo (22...exf3) ya que seguiría 23.Te1. La amenaza 24.Txe7! seguido de mate obligaría a devolver el alfil enrocando.
Las blancas se habrían salvado si en vez de avanzar el peón d (que es fácilmente detenido) capturaban en e6. Las negras no hubieran podido recapturarlo, ya que se se abriría la fila 7 permitiendo el doble Dc7+ y tomando la torre.
En la partida Beroiz-Lesnaberes vemos un típico encierro de torre mediante los alfiles cruzados:
Si 16.Ta1 Ab2-+.
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