En su partida con Suárez todo parecía encaminarse al empate, al tratarse de un final de alfiles de distinto color:
Los más sencillo para entablar es llevar el alfil a g4 (Ae7-b3-d1-g4), aunque se pierda el peón g; luego no hay manera de progresar para las blancas.
Pero se jugó 49...Ae8? y esta colocación pasiva del alfil permite a las blancas ejecutar el plan Re5-e6-e7-f7xg6:
50.Re5 Af7 51.Rf6 Ae8 52.Re7 Ad7 53.Ad2 Ac8 54.Rf6 Rxc5 55.Rxg6 Rd6 56.Rxh5. El peón pasado h garantiza la victoria.
Nuevamente vemos una partida en la cual se omite el golpe ganador f6!. 27.f6 seguido de 28.Dh3 conllevaba la ganancia de material.
En la partida Alfonso-Paradell ocurrió una típica amenaza doble:
Frenquelli contra Beroiz podía haber definido la partida con un ataque de mate si sacrificaba el caballo:
26.Df5! hxg4 27.Dh5 Df4 28.Cg5 gxf6 29.Ag6+ Rg8 30.Dh7+ Rf8 31.Dh8++.
Sartor sufrió el ataque de Martínez en una siciliana, variante del dragón. Las negras realizaron el sacrificio típico de calidad en c3 y en la posición del diagrama podían haber orientado la partida en su favor:
15...Ah6+ 16.Ae3 Tc8 17.Dxc8+ Axc8 18.Axh6 Da1+ 19.Rd2 Dxb2 con cierta ventaja de material.
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