Ajedrez Rosarino: Torneo Mayor

Martín Lorenzini y Cristián Sanhueza encabezan las posiciones con tres puntos en tres partidas.

(Lamentamos informar que, por recomendación médica, uno de los animadores del torneo, Hernán Arrondo, ha tenido que retirarse de la competencia.)

Lorenzini y Muñoz jugaron una defensa escandinava y dado que ambos son expertos en esta apertura no sorprendió que pronto se apartaran de la teoría. Pero el cambio de alfil por caballo por parte de las negras no fue bueno y las blancas en seguido consiguieron ventaja, sobre todo de desarrollo, que emplearon en iniciar un ataque al rey no enrocado.

15.Ah5+ Re7 16.Tad1 Tg8 17.Cb1 f5 18.Dd2 Db2 19.Dd6+ Rf6 20.Tfe1 Dxa2 21.Cc3 Dc4 22.Td4 Dxd4 23.Dxd4+ Rg5 24.Dd2+ Rxh5 25.Txe6 Axc3 26.Th6+ seguido de mate de peón.

D. Castro realizó el ataque central ante la defensa de los dos caballos de Sanhueza, pero tras 6.Cxd4?! quedan con peón de menos sin compensación, como se sabe desde la partida Rueb-Euwe del campeonato de Holanda de 1923.

La ventaja posicional de las negras se fue incrementando, lo que permitió, incluso cambiando las damas, ganar un segundo peón y rematar la lucha en la jugada 30.

Rodríguez y Arrondo jugaron una especie de Giuoco Piannisimo, con el alfil rey negro encerrado. En un principio las blancas tuvieron la iniciativa en el flanco de dama, pero sin llegar a obtener resultados positivos, para luego cederla a su rival cuando las negras se dejaron doblar peones para dominar la columna f semiabierta. Sin embargo, el paso al final para ganar el peón e no fue suficiente y la partida se decantó hacia el empate.

Una interesante posibilidad, basada en el encierro del alfil dama negro, habría sido: 14.h4 Axd2+ 15.Axd2 y las blancas podrían aprovechar la ventaja de espacio para atacar en el flanco de rey.

Sánchez no tomó en cuenta las implicaciones tácticas de la línea 3...Dd6 de la defensa escandinava con que sorprendió Martínez Dorr y a partir de la irreflexiva 5.g3? quedó sumergido en un maelstrom que giraba alrededor de su peón d4, peón que finalmente cayó:

11...Cxd4! 12.Ad3

Si 12.Axd4 Dxd4! 13.Dxd4 Cxc2+ Doble. 14.Rd2 Cxd4–+

12...Cf3+ 13.Cxf3 Axf3 14.Tg1 0–0–0 y las negras, continuando con la presión por la columna d, ganaron pronto un segundo peón.

Larrosa optó por la variante Lärobok ante la defensa Philidor de Di Giannantonio, que implica la ganancia de la torre de a8 y dos peones por dos piezas, pero luego de cerrar el centro se refugió en una estrategia pasiva. De todos modos, lo que se volvió en su contra fue un inopinado avance de peones en el flanco de rey.

27...Tf6 28.Cf2? Taponar la columna abierta con el caballo no dará resultado. 28...Th6 29.Ch3 Af4 fuerza el abandono ya que si 30.Dg2 Dh4 ganaría el caballo.

Beroiz realizó un tratamiento original de la siciliana Najdorf planteada por Lujambio, enrocando largo y avanzando con sus peones del flanco de rey. La decisión de las negras de enrocar del mismo lado no fue sensata.

16.g5 b4 Hay que recurrir a la táctica porque el retroceso del caballo implicaría la abrumadora ocupación de la casilla d5 por su homólogo. 17.Axc4?

Tras la variante forzada 17.gxf6 bxc3 18.Dxc3 Axe2 19.fxe7 Td7 20.Dxc7+ Rxc7 21.Td2 Ab5 22.Tg1 las blancas quedan con peón de más.

17...Dxc4 18.Ca4 Db5? Al mantener la tensión las negras pierden tiempo que su adversario aprovechará para el ataque al rey.

18...Cd7 conservando el caballo para la defensa de su rey mantenía el equilibrio.

19.gxf6 Axf6 El caballo de más está atrapado, pero la necesidad de su captura permite el paso de la dama. 20.Dd5 Dxa4 21.Ca5 Amenaza mate en b7. 21...Db5 22.Da8+ Rc7

El intento de escape también pierde: 22...Rd7 23.Da7+ Re8 24.Cb7 Dc6 25.Cxd6+ Txd6 26.Txd6 Dxd6 27.Td1! prepara la enfilada en la última fila para ganar la torre.

23.Da7+ Rc8 24.Td5! La entrada de la torre es decisiva. 24...Td7

24...Db8 25.Dxa6+ Rd7 26.Thd1 Re8 salvaría el mate pero la pérdida de material sería excesiva.

25.Da8+ Db8 26.Dxa6+ Rd8? Acelera el desenlace. 27.Cc6+ Doble: 1–0.

Frenquelli adoptó la variante Steiner ante la defensa francesa de Martyniuk y naturalmente quedó con un peón d aislado débil, que probablemente habría caído tras 10...Te8+, pero que luego de 13...Af5? se convirtió en un punto fuerte. De alguna manera la avalancha blanca en el flanco de rey no prosperó y las negras quedaron con más peones, pero en el apremio lo fundamental fue la carrera de peones pasados. Omitiendo las imprecisiones en el final de piezas mayores veamos la fase siguiente.

Este final de peones se gana pero hay que tener cuidado. 56...Rd4? Exceso de confianza.

56...f5, además de controlar la cuarta fila, encerrando al rey, evita el truco postrero. 57.f4 g4!

57.f4! destruye la cadena, cambiando peones; el solitario peón no ganará. Las negras insisten, por las dudas. 57...g4 58.Rxg4 Re4 59.Rg3 f5 60.Rf2?

60.Rg2! Rxf4 61.Rf2, la oposición asegura el empate.

60...Rxf4 Las negras ganan porque además de tener el rey delante del peón, poseen la oposición, que obliga al blanco a ceder terreno. 61.Re2 Rg3 62.Rf1 Rf3 63.Rg1 Re2 0–1.

Falcón eligió la variante Rossolimo para lidiar con la defensa siciliana de P. Castro y no hubo contacto de peones hasta cierto punto (ni siquiera cuando las negras amagaron un avance en el ala de rey).

Se llegó a esto tras una inoportuna ruptura central del blanco, que además cedió el peón b: 18...c4? Simplemente devuelve el peón.

18...Ac4 19.Txb6 0–0 20.Tab1 cxd4 21.cxd4 Axe2 22.Dxe2 exd4 daba una cierta ventaja a las negras en razón de sus peones pasados.

19.Cc1 0–0 20.Cxb3 cxb3 21.Txb3 exd4 22.cxd4 f5 23.exf5 Txf5 24.Txb6 Td5 Las blancas con peón de más (aunque el d es difícil de sostener) ofrecen tablas y de esta manera conservan el invicto: ½–½.

Méndez adoptó un inusual Cd2 ante la Grünfeld Schlechter de Ballari e inició una larga serie de maniobras con las piezas menores antes de ocupar el centro con los peones; las negras basaron su contrajuego en la apertura de la columna g.

Por los dos peones las negras prepararon un poderoso ataque, pero con 34.Tf3 Axf4 35.g3! Tbg8 36.Rh1! Dg4 37.Cc1 las blancas poco a poco se desembarazarían de las amenazas.

En lugar de ello siguió 34.f5?? Parece lógica porque amenaza el cambio de damas, pero, en definitiva, el propio peón estorba la acción de la máquina. 34...Af4! 35.Txf4 Necesario, pero ahora se incorpora el caballo al combate.

Ya no hay tiempo para taponar con 35.g3 Tbg8 36.Tf2 Axg3 37.Dxh4 (37.hxg3 Txg3+ 38.Rf1 Dh3+ 39.Re1 Txd3–+) 37...Axh4+ 38.Rf1 Axf2 39.Rxf2 Cb4–+

35...Cxf4 36.Tc2 Tbg8 37.g3 [37.fxe6 Txg2+ 38.Txg2 Txg2+ 39.Dxg2 Cxg2–+] 37...Txg3+ 38.hxg3 Dxg3+ 39.Tg2 Cxg2 Incidentalmente vemos que el propio peón f impide el mate en h7. 40.fxe6 Ce3+ y mate: 0–1.

Grego y Álvarez llegaron por trasposición a la variante clásica de la defensa india de dama. Tras 13.Te1? las negras tomaron la iniciativa y luego del primer encontronazo quedaron con gran actividad de piezas y peón pasado a cambio de una calidad sacrificada, material que recuperaron poco después.

La situación no es peligrosa para las blancas ya que el peón b está controlado; centralizar el rey, por ejemplo, mantenía el equilibrio: 40.Rd4.

40.Cc5?? Desafortunada muestra de agresión; permite la siguiente maniobra, que obliga al cambio de torres, aleja el peón pasado (se convierte en "a") y esclaviza al caballo. 40...Ab5 41.Txa3 bxa3 42.Cb3 Ac4 43.Ca1 Rf7 Las blancas están inermes ante la penetración del rey rival. 44.h4 h6 45.Rf4 Ab5 46.g4 Aa4 47.g5 h5 48.Re4 Rg6 49.f4 Ad1 50.Rd4 Rf5 0–1.

Paganini realizó el ataque de los cuatro peones contra la defensa Alekhine de Cachau, quien optó por el fianchetto de rey para continuar con una radical forma de socavar la cadena blanca: 8...f6!?, lo que seguido por ...c5 y ...e6 terminó por dejar a las blancas con un peón aislado (pero pasado).

22...Cxc4 Intermedia necesaria ante la enfilada. 23.Dc3 Omitiendo la réplica.

23.Txe4 Cxb2 24.Rxb2 Tf2+ 25.Rc3 Td8 26.Te7 Tf7 27.d6 mantenía las chances abiertas para las blancas fundamentadas en su peón pasado.

23...Tf3! 24.Dxc4 Dxc4+ 25.bxc4 Tc3+ 26.Rb2 Txc4 27.d6 Td4 28.Txd4 cxd4 29.Te7 conduce rápidamente al empate: 29...Td8 30.Txb7 Txd6 31.Txa7 d3 32.Rc1 Tf6 33.Rd2 Tf2+ 34.Rxd3 Txh2 35.Re4 h5 36.Rf4 Tg2 37.a4 g5+ 38.Rxg5 Txg3+ 39.Rxh5 Rf8 40.a5 Re8 41.a6 Ta3 ½–½.

Mancilla llevó adelante el ataque yugoslavo frente a la siciliana dragón de Ortigala, quien perdió un tiempo fundamental con 12...a6 (en lugar de la teórica 12...Cc4). De todos modos, las blancas se apresuraron al sacrificar la calidad, pero las negras no quisieron problemas y la devolvieron prontamente, llegándose a una situación equilibrada y, luego del cambio de piezas mayores, a un final de alfil contra caballo.

Aquí las blancas debieron cambiar las piezas: en el final de peones la situación central del rey negro está compensada por tener un peón más alejado. En el final que se dio las negras ganaron infiltrándose con su monarca.

Lencioni eligió la variante Tarrasch ante la defensa francesa de Micalizio, quien, fiel a sus principios, sacrificó el peón c para acelerar su enroque. Hubo chances para ambos bandos y la lucha se complicó aún más cuando las blancas decidieron enrocar largo para retener el peón ganado. Una de las últimas posibilidades de las negras ocurrió en la siguiente posición:

Debían jugar 26...De6! Obliga a devolver el peón manteniendo la presión sobre el enroque 27.Cd6 Cxd6 28.cxd6 Txd6 ya que si 27.Cxa5? Cxc5! (28.Axc5 Dxe1+ 29.Txe1 Txe1+-+)

Las blancas, con neta ventaja, realizan una combinación simplificadora: 37.Dxf5+! gxf5 38.Ce5+ Rxe8 39.Cxc4 quedando con varios peones de más.

Rossi jugó la variante clásica contra la defensa india de rey (con Cbd7) de Santini y la partida siguió el encuentro Lilienthal-Kan de Moscú 1935 hasta la jugada 14 (el maestro ruso continuó con 14...Ca6 en lugar de 14...g5). Como es inevitable en esta apertura se produjo una lucha aguda con el habitual ataque negro sobre el enroque rival intentando adelantarse al avance blanco en el flanco de dama. Es inútil analizar las decisiones tácticas de uno y otro bando en un combate como éste de difícil conducción; sólo nos detendremos en mencionar un detalle posicional:

Aquí las negras tomaron el alfil, pero indudablemente el peón en g3 vale más que el alfil ya que es esencial para que la dama dé mate en h2: 22...Txa5 23.Dxa5 Dh4 24.hxg3 fxg3 25.Axg3 Dxg3. A la fuerza las blancas deben ceder su alfil por el peón, pero la diferencia es que en este caso desaparecieron los peones h blanco y f negro, lo que permite a las negras mayor facilidad para su ataque. En la partida, a pesar del alfil de menos, las blancas ganaron después de muchas vicisitudes (incluyendo la coronación del peón a).

Cuello optó por la variante Tarrasch ante la defensa francesa de Rebossio y en el sistema cerrado sacrificó el peón d, obteniendo una ventaja que podía haber consolidado con 15.b4, para lograr un bloqueo total de la posición negra, o, luego, con 17.Tac1. Pero jugaron 17.Ch4?: