Torneo Selección - Ronda 3

Encabeza las posiciones una nueva generación de ajedrecistas: Francisco Muñoz, Marcelo Arias y Pablo Zimmermann.

Muñoz y Larizzate jugaron una defensa ortodoxa, variante Tartakower, en donde las negras se quedan con peones colgantes (pero era mejor no simplificar demasiado manteniendo las dos torres con 16...bxc5, como en Evans-Filip, olimp. 1968). La partida mantuvo el equilibrio hasta el final de damas, donde el rey blanco, sin temor a los riesgos, se dirigió resueltamente hacia el monarca enemigo, rodeándolo con una red de mate:

40.Re6+ Rg8 41.Dd8+ Rh7 42.Rf7 1-0. El jaquemate es inevitable.

M. Arias frente a Sartor fue un gambito de dama rehusado, en que las negras obtuvieron una mayoría de peones en el flanco de dama a cambio de concesiones en el centro. A continuación las blancas prepararon el ataque al enroque, lo que motivó a su rival a ceder, apresuradamente, un peón para eliminar el alfil rey atacante, pero, en líneas generales, se defendieron correctamente hasta el momento siguiente:

31...g5?? Debilitación innecesario en busca del contraataque. 32.Axg5 Dh5+ 33.Ah4 Axh4?? 34.Txg8++. Mate seco.

Zimmermann y Salvatierra siguieron en su mayor parte el encuentro disputado en 1880 entre Tarrasch y Landau (las valoraciones son del maestro alemán, ¡que jugaba a ciegas!):

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Cf6 4.d4 exd4 5.0-0 d5? 6.exd5 Cxd5 7.Cxd4 Cxd4? 8.Dxd4 Ae6 9.Te1 c6 10.Cc3 Cxc3 11.Dxc3 Dd7 12.Ag5! h6 [Landau continuó, en cambio, 12...Ae7 13.Tad1 Dc8 14.Dxg7 Axg5 15.Dxh8+ Re7 16.Dg7 Dg8 17.Txe6++] 13.Ah4 Tg8 14.Tad1 Dc7 15.Axe6 g5 16.Ag3 [o el remate más bonito 16.Ad7+ Rd8 17.Te8++] 16...Ag7 17.Ad7+ Rf8 18.Dc5+ y mate.



Oliva y Grillo jugaron unas tablas rápidas.

Aguilar y Frenquelli fue una defensa eslava, variante del cambio, en que las blancas lograron doblar las torres en la columna c y la captura de material fue inevitable:


20.Axa6 (el peón b está sobrecargado) exd4 21.exd4 bxa6 22.Txc6 Txc6 23.Txc6; con un peón de más el resto fue cuestión de técnica.

González y Nair Arias jugaron un gambito de dama rehusado, variante del cambio, pero las negras se apresuraron en sacar su alfil de dama; es cierto que se trata del alfil ominoso, pero realmente en c8 cumple su misión defensiva del peón b:


7.Db3 Ae6? (perdido por perdido hay que seguir desarrollando piezas con ...Cbd7) 8.Dxb7? (se conforma con ganar un peón; tras 8.Axf6 Axf6 9.Dxb7 Cd7 10.Cxd5 también obtenía el peón d); pero un peón fue suficiente para conseguir la victoria.

La partida entre Beroiz y Hernández fue una defensa francesa en la que el segundo jugador, con la única intención de salir de los caminos trillados, elige una línea en la que simplemente pierde un peón. Afortunadamente, poco después lo recupera y la lucha se encamina al ataque y defensa del peón aislado e de las negras. Pero la participación del rey fue fatal:


El alfil da mate aprovechando que el monarca enemigo "salió a pastorear".

Grego hizo realidad la pesadilla de todo jugador de escandinava (Bravo): que su dama quede copada:


Diego Castro optó por la variante Rossolimo ante la defensa siciliana de Mancilla y aprovechó en el medio juego la debilidad de los peones aislados y doblados en el flanco de dama, comunes en esta línea. Sin embargo, pudo obtener más que un peón en la batalla táctica que se generó:

En general, el que inicia una serie de capturas independientes obtiene ventaja ("Quien pega primero pega dos veces").


24.Axc5 Cxc4 25.Axe7 Cxa5 26.Cxa5? (26.Axf8 Cxb3 27.Ad6 ganando) 26...Txe7 27.Td8 Te8 28.Txb8 Txb8 y la pareja de alfiles pudo mantener el equilibrio.

Velasco perdió rápidamente un peón y luego una pieza:


18.Cf5 (este intento de desclavada se refuta mediante el mismo tema del comentario de la partida anterior) Axe3 19.Cxd6 Axd2. (Posteriormente el jugador de las negras estuvo buscando largo rato dar mate con tres piezas y no lo encontró; la solución era 55...Ce3).

Alfonso planteó el gambito escocés y Peludhero respondió con la defensa Benima. El blanco avanzó el peón f, pero su rival, desde una posición restringida, logró acomodarse y ganar los peones e y f a cambio del d. (Desconocemos cómo acabó la partida).

Concina jugó la variante del avance ante la defensa francesa de Herrera, cedió la iniciativa a su rival, quien mantuvo la ventaja posicional en el flanco de dama, cambio tras cambio, hasta lograr imponerse en un final de torres.


De la partida Larrosa-Paradell, cuya valoración a lo largo del juego, como un serrucho, variaba de +- a -+ y viceversa, sólo mostraremos la posición final.


Samudio-Martinel fue una apertura española, defensa Bird, en donde las negras realizaron el enroque largo, pero no lograron proteger allí a su rey y sucumbieron al ataque.