miércoles, 8 de diciembre de 2010

Torneo Mayor - Séptima ronda

Tres punteros a dos rondas del final: Horacio Peñafiel, Fernando Martínez Dorr y Christian Sánchez.

Sánchez y Peñafiel llegaron por trasposición a la variante Scheveningen de la defensa siciliana en donde las blancas preparan un ataque al enroque y las negras confían en su centro defensivo. Las posiciones que surgen son muy complejas, ambos bandos deben calcular las consecuencias del avance e5 por parte de las blancas, incluso recurriendo las negras al propio adelantamiento ...e5. En determinado momento las blancas sacrificaron pieza, pero las negras no lo aceptaron:


18.fxe6!? Si 18...bxc3 19.exf7+ Rxf7 20.Ad4 cxb2 21.Dh4 Rg8 22.Txf6 Axf6 23.Dxf6 b1D (23...Te7? 24.Tf1 Tg7 25.Ac4+ d5 26.exd5 b1D 27.d6+ Rh8 28.dxc7) 24.Dh8+ Rf7 25.Df6+ Rg8= En definitiva, sólo hay jaque perpetuo.

En la partida las negras se defendieron correctamente, e incluso ganaron un peón, pero una excesiva simplificación y un fuerte peón pasado de las blancas equilibraron las acciones.

Di Giannantonio jugó su característica variante Tarrasch ante la rara defensa francesa de Sanhueza, quien optó por un juego cerrado. Las negras quedaron con peón retrasado en e6 a cambio de cierta libertad de acción para sus piezas, pero el sistemático control de la casilla e5 dio a las blancas la posibilidad de capturarlo.


Aquí hay dos opciones para recapturar la dama: la lógica y la ilógica. La lógica consiste en tomar con torre, ocupando la casilla fuerte y presionando el peón retrasado: 28.Txe5 Cg6 29.Axg6 Axg6 30.Txf8+ Txf8 31.Txe6. Sin embargo, las blancas no pudieron ganar este final por la presencia de alfiles de distinto color y la penetración de la torre negra, que forzó el jaque perpetuo.

La ilógica consistía en tomar con peón, una jugada antiposicional porque cancela el punto fuerte y el peón retrasado. ¡Pero la ilógica ganaba!: 28.dxe5 Cg6 29.Tf6! Rg7 30.Axg6 Axg6 31.Txe6 y el peón e queda pasado.

Arias entró en la línea principal de la defensa Grünfeld planteada por Martínez Dorr. El avance apresurado del centro blanco permitió a las negras su bloqueo y el asedio metódico. En el paso al final ganaron un peón, pero permitieron la entrada del monarca blanco, así como la creación de peones pasados para cada bando, favorable al alfil en la lucha con un caballo.


Las blancas mantenían sus chances de ganar llevando el rey hacia el peón: 47.Rd3 Ta4 48.Rc3 h5 49.Ab6 Ta2 50.Txb3 Txg2 51.Rc4.

En cambio, lo acercaron al caballo: 47.Rd5? Ta4 48.Ac3?? [48.Re4 Había que volver.] 48...Cc7+ Tijeras 49.Rc5 Cxb5 50.Rxb5 Ta2 51.a6 b2 0-1.

Pablo Castro y Álvarez fue una defensa Pirc. Las negras se distrajeron en plena apertura (8...Cg4??):


9.Dxg4 El alfil defensor está clavado. Sin embargo, el segundo jugador bajó los brazos con 9...Axb5 en lugar de sacar el mayor partido de la situación: 9...cxd4 (ataca al defensor del alfil) 10.Axd7+ Cxd7 (ataca el centro) 11.Cce2 dxe5 12.0-0-0 Db6 con cierto contrajuego basado en el fuerte centro.

Rucci jugó la apertura catalana contra Andrada, quien optó por un sistema cerrado. Las blancas lograron un peón libre en d6, que asfixió las fuerzas negras. La irrupción por la columna c permitió la resolución por medios tácticos:


30.Txc8! Txc8 31.d7 Td8 32.Cxb7 Txd7 33.Dc8+ Df8 34.Dxd7 g6 35.Cxa5 1-0.

Santa Coloma empleó la variante Alapin para contrarrestar la defensa siciliana de Ortigala. Las blancas tenían más espacio a cambio de peones débiles, pero los caballos habían desaparecido y los alfiles fueron protagonistas. Una enfilada permitió ganar calidad a las negras, quienes remataron la partida con un sacrificio pasivo:


25...Td8! 0-1. Si 26.Axd8 Dxf2++.

Ballari recurrió al sistema Londres ante la defensa india de rey de Paganini. En una complicada partida las oportunidades se repartieron para ambos bandos. La última de las blancas fue la siguiente:


40.Ac4? [40.Axd7! Cxd7 41.Txd7 Txd7 42.Cxf6+ Tijeras 42...Rg7 43.Cxd7+-] 40...Ce5 41.Cxf6+ Rg7 42.Ce8+?? [42.Cxh5+ gxh5 43.Txe5 Txd6 44.Txh5=] 42...Txe8! 43.Txe8 Cxc4 y los caballos vencen a la torre.

Muñoz aplicó la variante del fianchetto ante la defensa india de rey de Martinel. Cuando el centro se cerró las negras sacrificaron un peón convirtiendo la posición en una especie de gambito Benkö, pero no procedieron sobre el flanco de dama sino que erróneamente realizaron la ruptura ...f5, lo que favoreció los planes del rival. De todos modos tuvieron su oportunidad en la siguiente posición:


No había que temer el cambio de damas tras 22...hxg6 23.Dd5+ Dxd5 24.Cxd5 Tfb8 25.Cxe7+ (25.Tf2 Ce5=) 25...Rf7 26.Cd5 Ce5 y a pesar del déficit de material tienen contrajuego en el final, como es normal en el Benkö.

Para evitar el cambio jugaron 22...Axc3? 23.gxh7+ Rxh7 24.Dd3+ Rg8 25.Dxc3 Ce5 y ahora, al contrario, la presencia de las damas acentúa la desprotección del rey negro, además de los peones de menos: 26.Af4 Tf5 27.Tad1 Taf8 28.Dd2 Txf4 29.gxf4 Cc4 30.Df2 Tf7 31.b3 Cb6 32.Dd2 d5 33.Rh2 d4 34.b4 Cd5 35.bxc5 Cxf4 36.Tg1+ Rf8 37.Dxd4 Tf5 38.Dh8+ Rf7 39.Tg7+ Re6 40.Dg8+ Re5 41.Txe7+ Ce6 42.Te1+ Rd4 43.Dxe6 1-0.

En la defensa nimzoindia de Lujambio-Rossi, las blancas lograron crear un centro de peones móvil, que avanzó en forma arrolladora tras el cambio de damas:


30...Cf6 31.exf6 Txd6 32.fxg7 Tc8 33.Tde1 Tdd8 34.Af6 Cd3 35.Axd8 Cxe1 36.Axb6 Cd3 37.d6 1-0.

Frenquelli respondió a la defensa francesa de Hernández con la variante Chigorin, lo que luego traspuso a un ataque indio. Luego del cambio de torres las fuerzas blancas dominaron de tal modo el juego que las piezas enemigas debieron replegarse a la última fila:


Aquí las blancas tuvieron una oportunidad de oro de rematar la partida con una combinación: 40.Axg6! fxg6 41.Dxg6+ Re7 42.Df6+ Re8 43.g6! De7 44.Ce4 Rd7 45.Cd6 Cc6 46.d5 exd5 47.Cxc8 Dxf6 48.exf6 Rxc8 49.Ce5! y si se acepta el postrer sacrificio 50.g7 corona.

Obviado esto una excesiva simplificación permitió a las negras un gradual retorno al equilibrio.



Las negras se han salvado de los peligros anteriores y debían tomar las tablas que estaban a su alcance dando jaque perpetuo por la columna e. Inexplicablemente continuaron la partida, capturando el peón g, pero permitiendo que el rey se escondiera junto a su dama. Está claro, desde que lo expresó Reuben Fine, que en un final de damas no importa el número de peones pasados, sino su cercanía a la casilla de coronación, y es obvio en este caso que las blancas están a dos pasos y las negras no tienen chance:

50...Dxg5+ 51.Rf2 Df5+ 52.Re3 De5+ 53.Rd3 Dd5+ 54.Rc3 Df3+ 55.Rb2 De2+ 56.Rb3 Dd3+ 57.Ra4 Dd1+ 58.Rb5 Dd5+ 59.Ra6 Da2+ 60.Rb6 Df2+ 61.Rc7 Df4+ 62.Rc8 Dc4 63.c7 Dd4 64.Db5+ Re7 65.Dc5+ Dxc5 66.bxc5 f5 67.Rb7 e5 68.c8D e4 69.Dc7+ Rf6 70.Dd6+ Rg5 71.Dg3+ Rf6 72.c6 g5 73.Dd6+ Rg7 74.c7 f4 75.c8D 1-0.

D. Castro y Cuello jugaron una apertura de peón dama, donde un apresurado ataque de peones de las blancas provocó un contraataque mortal sobre el rey enemigo. El asedio se prolongó demasiado, siendo ésta la última oportunidad de las negras:


El alfil acaba de capturar un caballo en c4; lo lógico es recapturar (y así jugó Camila), pero de esta manera se bloquearía la columna donde se encuentran la dama y el rey. Basta ocupar la línea abierta con una torre para alcanzar la victoria: 29...Tac8! total, el alfil está clavado (si lo protege con el peón b, se lo captura sí con el peón y se amenaza volver a abrir la columna).

Soslayado esto las blancas se salvaron pasando al final de torres.

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