Periodista: El ajedrez en la Unión Soviética, en el periodo de entreguerras, ¿era una profesión en la cual uno podía esconderse, a causa de su neutralidad ideológica?
Averbaj: Bueno, yo era tan sólo un jovencito en ese entonces. Pero veía como las personas desaparecían. Por otra parte, también, en cierta medida te lavaban el cerebro cuando te decían todo el tiempo que vivías en el mejor país del mundo. Cuando era muy joven, me decía al caminar a la escuela: "¡Qué tontas son las personas de otros países! ¿Por qué no tratan de construir un socialismo como hacemos nosotros?" Sólo más tarde, cuando la gente comenzó a desaparecer, empecé a ver algunas irregularidades. Al principio se la acusaba de ser espías y esas cosas, pero algunos de ellos eran conocidos míos y personas muy decentes. Creo que este fue el problema de mi generación: cómo reaccionar. Por otra parte, no estaba demasiado interesado en la política. El ajedrez era mi vida.
(The Day Kasparov Quit de Dirk Jan ten Geuzedam)
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