sábado, 28 de agosto de 2010

Reflexión

"Uno puede conocer bastante de un ajedrecista por la manera en que mira el tablero cuando es su turno de mover. Spasski siempre tiene la expresión aburrida de un hombre en la parada del colectivo, sin especial apuro. Korchnói, por otra parte, se ve como si estuviese en peligro de perder el tren, mientras que Kárpov tiene la pose confiada del que sabe que el tren lo esperará aun si llega tarde. Pero (...) Polugaievski (...) parece como si fuera el único con un horario, no pudiera entender por qué el colectivo no llegó hace diez minutos y estuviera a punto de ser presa del pánico y correr a buscar un taxi" (William Hartston).

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