Andrada y Dlugovitzky siguieron una partida Anand-Carlsen hasta la jugada 11 de una defensa Petroff con enroques opuestos, para luego proseguir por carriles diferentes. A pesar de las perspectivas de ataque de las blancas poco después se acordaron las tablas.
Lesnaberes eligió el sistema cerrado ante la defensa siciliana planteada por Marino. Las negras tomaron ventaja del alfil sobrecargado:
12...Axh3! y si 13.Axh3 Cf3+ gana la dama. Sin embargo, no aprovecharon todas las posibilidades que surgían de la complicada posición y la partida se encaminó al empate.
Riquelme tomó provecho del enroque largo y la falta de coordinación de las piezas de Larizzate para abrir el centro y ganar material.
Las piezas negras ya muestran signos de falta de armonía, pero la siguiente jugada empeora la situación al quedar sobrecargada la dama: 19...Txc5? 20.Txc5 y ahora tomar con dama implica perder el alfil de b7 y tomar con alfil resulta en un doble en d7.
La torre negra está atacada, pero puede retroceder tranquilamente a d8. Sin embargo, las negras la llevaron a d6 y una tormenta se desencadenó sobre el rey: 20.Cxf7! Td7 (si 20...Rxf7 21.Axd6 Axd6 22.De6+ Rf8 23.Dxd6+) 21.De6 Rf8 22.Ce5 Ad8 23.Cxd7+ Dxd7 24.Ad6+ Dxd6 25.Dxd6+ ganando.
Las blancas sacrificaron una pieza en busca de chances remotas de ataque al rey, pero hete aquí que tras la última jugada de las negras, 30...Tc7, que abandona el control de la última fila, esas chances remotas se vuelven una realidad. Siguió 31.Ta8+ Re7 y ahora, en vez del apresurado jaque 32.Dh4+?, ganaba 32.Ch4, para que el caballo propio participe del ataque y el caballo rival no coopere en la defensa (si 32...Dd1+ 33.Rh2 Chf6?? 34.Cf5+ Re6 35.Ta6+).
Las negras han entrado en una variante para ganar un peón, pero las capturas en e5 y g5 las dejan con dos pares de peones doblados, cuyo valor en conjunto es igual a uno y así las que tienen ventaja son las blancas.
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