jueves, 30 de junio de 2016

Mens sana in corpore sano

Entrevista al campeón polaco Radosław Wojtaszek:

El mejor día de mi carrera ajedrecística fue cuando derroté al campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen. Eso fue en el torneo de Wijk aan Zee 2015. Como correspondía, jugó la defensa holandesa, pero se excedió y obtuve una buena posición ya en la jugada diez. El campeón sufrió en el medio juego y perdió en el final. Yo jugué con calma, sin buscar la combinación espectacular. En el apremio mi rival sacrificó una pieza. Gané y no fue por accidente. Tras la partida conversamos distendidamente.

Pero el torneo era largo; duraba dos semanas. Días después logré ganar otro encuentro, a Fabiano Caruana, ni más ni menos, pero a partir de ahí comencé a perder. A la mitad del torneo sentía que no sólo mi cabeza estaba cansada (análisis, cálculos, variantes) sino también los músculos, los brazos y el cuello. Estaba muy bien preparado teóricamente, conocía los puntos fuertes y débiles de mis rivales, sus aperturas, pero me faltaba energía. Y a ese nivel uno tiene que ser capaz de sentarse al tablero durante cinco o seis horas, completamente concentrado, bajo una enorme presión. Ese torneo no está entre mis mejores: el cuerpo no me respondió.

El cuerpo y la mente de un ajedrecista deben estar en armonía. La mayoría de los jugadores profesionales cuidan su forma física como lo hacen con su condición intelectual.

Tras volver del certamen en Holanda comencé a correr 8 a 10 kilómetros tres veces por semana. Con frecuencia hago natación. Recientemente estuve trabajando con fisiólogos de la Academia de Educación Física de Cracovia. Comprendo lo importante que es en ajedrez seguir una dieta y tener un estilo de vida apropiados. Aparte de trabajar a diario durante horas uno necesita descansar, relajarse y dormir.
Fuente: Chess24.

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