martes, 30 de noviembre de 2010

Torneo Mayor - Quinta ronda

La lucha por el título se ha vuelto muy disputada pues ahora hay cuatro punteros con cuatro unidades: Horacio Peñafiel, Nino Di Giannantonio, Christian Sánchez y Marcelo Arias.

Di Giannantonio y Peñafiel jugaron el sistema cerrado de la defensa siciliana. Pronto los contrincantes, de estilo posicional, no mostraron aversión a cambiar las damas y el combate se concentró en el flanco de dama, donde cada bando presionó en su columna semiabierta y capturó el peón débil correspondiente.


Es cierto que el peón a negro es débil, pero para ganar las blancas debían abrir otro frente de batalla: 23.f4! Si las negras dejan cerrado el juego: 23...f6 24.fxe5 fxe5, la siguiente línea muestra las posibilidades del primer jugador: 25.Txg7+! Rxg7 26.Axe5+ Rf7 27.Axd4 Td8 28.Axa7 Txd3 29.a6 Tdd2 30.Af1 Ag4 31.Ae3 Txh2 32.Tc1 Ad7 33.a7 Ac6 34.Ad3 Thg2+ 35.Rf1 Txc1+ 36.Axc1 Txg3 37.Ac4+ Rg7 38.Ab2+ Rh6 39.Ad5 Axd5 40.exd5+-.

Pero se jugó 23.a6? Ahora el propio peón a queda débil: 23...Tc6 24.Tb8+ Txb8 25.Axb8 Ac8 26.Axa7 Axa6 27.Af1 ½-½.

Martínez Dorr y Sanhueza realizaron algunos movimientos de la apertura escocesa y se firmó el empate por repetición de jugadas.

La partida entre Paganini y Arias comenzó con una defensa escandinava y luego traspuso al ataque Panov de la defensa Caro-Kann. En pocas jugadas las blancas ganaron calidad mediante una enfilada:


Ganar calidad se basa en la idea de que una torre vale más que un caballo. Sin embargo, a posteriori las blancas se las arreglaron para:

a) permitirle a su rival instalar un caballo indesalojable en el centro (y que por lo tanto vale tanto como una torre) para equilibrar el juego


b) permitirle a su rival la creación de dos peones pasados unidos para darle chances de victoria


Chances que las negras no desaprovecharon.

Rucci jugó contra Sánchez la apertura Trompowsky y a cambio de la pareja de alfiles obtuvo un fuerte centro, aunque con el primer eslabón de la cadena algo débil. La idea de enrocar largo implicaba riesgos: su ataque a la bayoneta sobre el enroque enemigo estaba compensado por la cercanía de las piezas negras sobre el monarca blanco. En eso se fundaba la maniobra preparada por el segundo jugador:


18...Txc3+! 19.Rb1 [si 19.Dxc3 Tc8 20.Dxc8+ Axc8 con pieza de más;
si 19.bxc3 Aa3+ 20.Rc2 Db2++] 19...Txd3 20.Dxd3 Db5 y tras el cambio de damas las blancas quedaron sin contrajuego.

P. Castro-Ortigala fue una defensa siciliana, variante Löwenthal, en la que la lucha por el punto débil d5 fue el leitmotiv del medio juego. Sin embargo, las blancas cambiaron prematuramente las damas y las negras obtuvieron contrajuego. El primer jugador perdió una gran oportunidad cuando el rey negro quedó expuesto:


36.Ch5! Tf8 37.Tg6 (ataque doble) Ae8 (enfilada) 38.Txh6+ Th7 39.Txd6 Txh5 40.Txa6 con dos peones de más. Tras esta omisión se arribó a un final parejo, donde las negras trastablillaron al llevar el rey de c6 a b5 en lugar de d5:


55.Cc4-d6+: Ataque triple de caballo.

Muñoz rechazó el gambito Benkö planteado por Frenquelli y pudo iniciar el avance en el flanco de rey, mientras se sucedían las acciones tácticas en el otro flanco. El desenlace de la partida fue un anticlímax:


Las negras se autoclavaron el peón c: 29.Txb4 ganó el caballo.

Ballari-Rossi fue una especie de defensa Benoni rehusada, donde las operaciones tácticas comenzaron en el flanco de dama, principalmente en la columna c, mientras el rey de las negras permanecía obstinadamente en el centro. De esto no podía salir nada bueno y las blancas pronto ganaron una pieza. Tras embolsarse el material advirtieron que ¡el monarca negro aún no había enrocado! y su asedio coronó la contienda:


Beroiz y Andrada jugaron un largo encuentro, más o menos parejo en toda su extensión. En el final las negras tenían esperanzas en su peón g, que estaba más avanzado que el de su rival.


En la posición del diagrama realizaron una brillante combinación, que extraordinariamente ¡no gana!: 70...Txf4! 71.Tc2 [si 71.Rxf4 g2+ jaque descubierto y coronación] 71...Txa4 72.Rf3 única, evita que el alfil escape 72...Ta3+ 73.Rg2 única.


El público sabía que sin torres este final es tablas, porque el alfil no puede escapar y si el rey negro se acerca demasiado aparece el ahogado, pero la novedad es que con torres también es tablas. Basta mantener al rey negro alejado del peón jaqueándolo con la torre. Ante un jaque en g1 el rey se va a h3 y el alfil continúa sin poder escapar. 73...Rf6 74.Tb2 Ta1 75.Td2 Re5 76.Rh3?! se complica 76...Rf4 77.Tb2? [77.Td3 era única para cortar al rey y atacar al peón] 77...Ag1? [ganaba 77...Rf3 78.Tb3+ Rf2 79.Tb2+ Rg1 80.Tc2 Rh1 81.Tb2 g2 82.Txg2 Ta3+] 78.Tb4+ Rf3


79.Tb8? [79.Tg4 única 79...Af2 80.Txg3+!! Axg3 ahogado] 79...Ae3 ahora ni siquiera es necesario coronar el peón, pues hay mate inevitable: 0-1.

Álvarez y Martinel llegaron por trasposición a una defensa Benoni moderna, ataque de los cuatro peones, en donde las negras tratan de presionar sobre el peón e débil, antes de que el centro blanco avance. Sin embargo, operaciones tácticas sin fundamento posicional las llevaron a perder el peón c.


Las blancas decidieron realizar una combinación simplificadora, cediendo el peón de e4, que en la posición del diagrama las negras acaban de capturar, para recuperarlo más adelante: 22.Axe4 Cxe4 23.Tce3 f5 24.Cg5 Ad7 25.Cxe4 fxe4 26.Txe4 Txe4 27.Txe4 Te8 28.Tc4 Tc8 29.Txc8+ Axc8. Desafortunadamente el final no se puede ganar a pesar del peón de más, a causa de la presencia de alfiles de distinto color.

Las blancas tenían otra posibilidad en la citada posición: 22.Tce3 f5 23.Cd4 Ch5 24.g4 Chf6 25.g5 Ch5 (si 25...Cxd5 26.Ab3) 26.Axe4 Txe4 27.Txe4 fxe4 28.Txe4 y la existencia de los caballos incrementa las chances de victoria.

D. Castro jugó un esquema irregular ante la defensa francesa de Hernández, seguido de una serie de operaciones excéntricas con sus piezas, que las dejaron en una posición incómoda, que las negras castigaron justamente:


El caballo no tiene escape. Si 27.Ca3 Axa3 28.Txa3 Tb1+ 29.Ac1 Txc1+ 30.Rd2 Txh1 31.Axh1 Ac4-+.

Santa Coloma llevó adelante el ataque Anderssen ante la defensa francesa de Cuello, pero enseguida las negras tomaron la iniciativa, ganaron un peón y comenzaron el asedio al enroque largo rival:


Aquí la manera correcta de proseguir el asalto es desbaratar las defensas del refugio blanco: 20...b3! 21.axb3 Cb4 con múltiples amenazas. Al no hallar este recurso perdieron el hilo de la partida y permitieron un contraataque sobre su propio rey:


Tras 39.Dg5 las negras abandonaron, pero había un mate en tres principiado con el sacrificio de la torre en f7.

Riquelme apeló a la variante Sämisch para contrarrestar la defensa india de rey de Lujambio. El centro cerrado y la ventaja de espacio permitió a las blancas poner freno a los distintos asaltos de las fuerzas negras, ganar un peón y por último dedicarse a la caza del rey contrario:


46.Ae6+ y si 46...Rh8 47.Dh6++.

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